martes, 12 de noviembre de 2013

TEATRO DE BRASIL

El teatro de Brasil, nació desde la época colonial, en el siglo XVI, de la mano de los jesuitas, quienes introdujeron una cultura diferente, en su intento de catequizar a los indígenas.

Las primeras formas de teatro que se conocieron, fueron las de los portugueses, basadas en la Biblia y con carácter pedagógico. El mayor exponente de la época fue el Padre Anchieta.

En el siglo XVII, disminuyen las representaciones de obras de autoría jesuítica, al menos las de clara intención de catequesis. Se identifica esta época con una etapa de crisis. Las representaciones de la época, estaban inspiradas en las luchas de su tiempo y se ponían en escena durante las fiestas religiosas o cívicas.
Se destacan las piezas presentadas durante las aclamaciones a D. João IV, en 1641, además de obras de los franciscanos del Convento de Santo Antonio, en Rio de Janeiro, representadas para distracción de la comunidad. En las fiestas de instauración de la provincia franciscana de la Inmaculada Concepción de 1678, se realizaron representaciones.

En el siglo XVII, se destaca la figura de Manuel Botelho de Oliveira (Bahía 1636-1711), que es el primer poeta que publicó dos obras en español. (”Hay amigo para amigo” y “Amor, engaños y celos).

Recién en la segunda mitad del siglo XVIII, comienzan a presentarse piezas teatrales con cierta frecuencia. Los escenarios estaban en palcos montados sobre las plazas públicas, también en las iglesias, y ocasionalmente en algún palacio de gobierno. El teatro poseía carácter educacional, lo que llevó a la presentación en locales fijos, las Casas de Ópera o Casas de Comedia, que aparecieron en todo el país.


A continuación surgieron las primeras compañías teatrales, con la contratación de actores para ciertas presentaciones en las Casas de Ópera, durante todo el año, o por unos cuantos meses.



CULTURA DEL TEATRO DE BRASIL


A fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, los actores pertenecían a las clases bajas, generalmente eran mulatos. La participación de la mujer estaba prohibida, debido a los prejuicios que pesaban sobre la actividad. Los personajes femeninos eran interpretados por hombres travestidos.

El repertorio tenía gran influencia extranjera, se presentaban obras de Moliére, Voltaire, Maffei, Metastásio, Goldoni. Entre los autores brasileños están: Luis Alves Pinto, Alexandre de Gusmão, Claudio Manuel da Costa.

En 1808, la familia real traslada su corte a Brasil e impulsa la inauguración de una serie de teatros. Estos sirvieron de sedes para las compañías teatrales, lo cual aumentó la afluencia de público. La primera compañía auténticamente brasilera fue la de Niteroi, en 1833, dirigida por Joao Caetano.

Durante la campaña de independencia, las plateas se volvieron escenarios de manifestaciones y disturbios. El nacionalismo reinante llevó a despedir a los actores extranjeros.

En estos tiempos, los géneros preferidos por el público eran el vaudeville, la revista y la parodia.

Posteriormente llegará el realismo importado de Francia, que introduce la temática social en el teatro de Brasil.

Mucho más tarde, en 1975, Augusto Boal, influido por Brecha, desarrolla técnicas de teatro callejero para obreros, en su libro “Teatro del oprimido”.

Actualmente la actividad teatral abarca todo el territorio de Brasil, con centros en Rio de Janeiro, San Pablo, Belo Horizonte y Salvador.
















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