En
El Salvador la actividad teatral ha venido cultivándose desde la época
prehispánica, muy incipiente, si, debido a que en el país no se cuenta con
joyas teatrales que nuestros antepasados hayan enriquecido como en otras
culturas que manifiestan una actividad teatral que colabora en la configuración
de la identidad nacional; sin embargo hasta la fecha el teatro ha estado en
constante evolución, limitado se podría decir, pero aportando logros gracias a
la contribución de nuevos elementos, valores, conocimientos y talentos que han
construido un futuro prometedor al quehacer teatral salvadoreño.
En
la matriz que se presenta a continuación se resume lo más importante de los
hechos teatrales acontecidos en El Salvador y como este ha venido cultivándose
por etapas desde la época prehispánica, y como han influido diferentes
elementos para llevar a cabo la puesta en escena de una obra y el desarrollo de
este arte.
EPOCA PREHISPÁNICA
Una
de las vertientes teatrales desarrolladas en El Salvador, es lo que suele
llamarse: “Los Historiantes” que representan las “Historias de Moros y
Cristianos”, así como las Pastorelas y otras danzas-teatro que traen
reminiscencias prehispánicas. Estas expresiones –ahora populares, tuvieron su
origen en un teatro culterano- se remontan a la época colonial y todavía se las
puede ver en las fiestas titulares de algunos pobladores y ciudades del país, mezcladas
con expresiones teatrales prehispánicas. En otra vertiente se tiene una
danzateatro con claras reminiscencias prehispánicas; una de las más representadas
es “El Tigre y el Venado”. Esta danza-teatro al igual que las “Historias de
Moros y Cristianos” son representaciones populares, es decir, las patrocinan
miembros de una comunidad, que casi siempre son habitantes de barrios pobres
que se reúnen en su Cofradía para hacer sus propias representaciones teatrales;
en esencia este teatro ha perdurado gracias a sus raíces, a su afincamiento en
sectores ciudadanos que podríamos llamar marginados de la cultura oficial, pero
con estas expresiones han desarrollado una tradición oral muy importante.
PERIODO COLONIAL
En
el periodo colonial, aparte de ciertas y religiosas funciones teatrales
principiadas por la iglesia católica, no había actividad teatral independiente,
así es que el poco teatro que podía desarrollarse en el Salvador llegaba desde
Guatemala, que lo recibía de España y México; esto que se llamó Teatro Culto
para los sectores dominantes era de temas religiosos escritos en el castellano
de la época y con pretensiones de calidad, los más usuales versaban sobre la
Natividad de San Juan, la Asunción de Nuestra Señora, la Visitación de Santa
Isabel, etc. Estas representaciones las hacían los estudiantes y/o los hermanos
religiosos o personas de cierto nivel social en su calidad de aficionados,
actuaban en los atrios de las iglesias, plazoletas y en salones de las casas
conventuales y de los colegios.
EPOCA INDEPENDENCISTA
Ese marco
de referencia es el que se extiende a El Salvador, de aquí saldría los primeros
movimientos independentistas y los conjurados usarían los más diversos métodos
para no ser descubiertos en sus afanes libertarios, es así como Francisco Gavidia, uno de los
fundamentadores de las expresiones literarias de El Salvador, y de ellas el
teatro en forma integral, refiere lo que suele llamarse la primera
representación teatral en El Salvador. Gavidia estuvo limitado en cuanto a
puestas en escenas tanto de su teatro como de sus obras, las compañías que
llegaron a este país después de la independencia, en el espacio y el tiempo de
la configuración de la República y ya en este siglo, fueron escasas, la plaza,
en lo económico, no era muy bonancible; las compañías que se aventuraban,
algunas quebraban por aquí, se dispersaban sus integrantes, unas se quedaban en
el país animando a grupos aficionados o sirviendo clases.
INICIOS DEL SIGLO XX (1900-1950)
Este
periodo fue muy rico en representaciones teatrales y en ejercicio actoral, el
cual estuvo marcado por lo que suele llamarse costumbrismo, o criollismo, una manera
de designar algunos cuadros de costumbres salpicados algunos, otros con
demasiadas expresiones localistas y/o deformaciones lingüísticas; con ello, los
actores trataban de abordar la realidad inmediata, los aspectos sociológicos,
sociales y políticos de El Salvador, tan ricos en matices como sustancia
histórica, pero a muchos les ganó lo folklórico, las seudocostumbres y el
pintoresquismo. El factor económico influyó para que el desarrollo teatral en
esta etapa fuera bajo en El Salvador, pero algo está cambiando y tiene que
mejorar, mientras tanto, se deja dicho que de 1935 a 1950 bajo la intensidad
teatral.
DECADA DE 1950
Esta
fructífera etapa es la que se inició con la fundación de la Dirección General
de Bellas Artes, Enero de 1951, la que entre sus departamentos tuvo uno de
teatro, que a su inicio es dirigido por el argentino Darío Cossier; actor y
autor argentino nacionalizado salvadoreño. La gente que más va al teatro son
los sectores medios de la sociedad; estos sectores medios se ampliaron desde
1950 y el teatro alcanzó los sectores populares o de trabajadores, con la
fundación del TEATRO OBRERO del Ministerio de Trabajo, fundado y dirigido por
Darío Cossier desde 1952. Este teatro es llevado a los barrios pobres, a
ciertas zonas marginales, a las fábricas y otros lugares donde el gobierno
desea causar presencia para apoyar alguna actividad política.
TEATRO UNIVERSITARIO
El Teatro
Universitario, en su organización y desarrollo, está supeditado a la dirección
del profesor Ande Moreau. Moreau,
que había sido asistente de dirección de Louis
Jouvet, de la Comedia Francesa, trató de fundamentar una buena escuela de
teatro y algo hizo, pero no lo desarrollo todo, apenas dejó los cimientos, o
quizá, solamente puso la primera piedra, con lo cual sembró las inquietudes,
logró que en el presupuesto universitario incluyeran tres plazas para que los
estudiantes pudieran dedicarse exclusivamente a esta actividad. De los autores
que se destacan en esta época del Teatro Universitario son: Álvaro Menen Desleal, principalmente
con su obra Luz Negra llega a las cien representaciones. Con estas cien
representaciones el Teatro Universitario alcanza un éxito que nunca antes grupo
alguno lo había alcanzado en El Salvador y Centroamérica.
Como esta
hubo más épocas en las que el teatro pudo salir a flote en este país de poco
empuje hacia este arte. Entre esas tenemos la
(Década de 1970 BACHILLERATO EN ARTES). (Década de1980 FESTIVALES DE
TEATRO). (DECADA DE 1990).
La
situación actual del Teatro en El Salvador presagia grandes logros para un
futuro no muy lejano, si se ve desde el punto de vista que hace seis años en El
Salvador la mayoría de representaciones teatrales eran obras clásicas (Edipo
Rey, Prometeo Encadenado, La Celestina, Romeo y Julieta, entre otras) montadas
para estudiantes de bachillerato. Hoy en día, existen en el país setenta
agrupaciones teatrales, según un censo realizado por CONCULTURA, la mayoría de
estos grupos subsisten gracias a la venta de obras clásicas en instituciones de
educación media. Con el inicio del nuevo siglo viene a despertar el quehacer
teatral en El Salvador, en parte porque en el país se ventila un nuevo
ambiente, distinto a la época violenta que vivió el país y que reprimió el
trabajo teatral; otro aspecto motivante en la época actual es la generación de
espacios que los medios de comunicación reservan para temas culturales,
especialmente el tema teatral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario