lunes, 30 de septiembre de 2013

TEATRO MEXICANO


Podemos decir que México ha sido producto del enfrentamiento entre las civilizaciones  india- mesoamericana y occidental cristiana, por lo que la historia de su teatro enfrenta una particularidad. Al modo occidental o visión europea era que lo que hacían los nativos no era teatro; si bien es cierto, los actos rituales que ellos hacían estaban llenos de teatralidad, pero eso no los convierte en actos teatrales.

A partir de ello la historia del teatro mexicano iniciaría con el llamado “teatro evangelización”, que se representaba en los atrios de las iglesias, con el fin de enseñar la nueva religión los indígenas para convertirlos a la nueva fe cristiana.

Para resumir, la historia del teatro en México, digamos que hacia 1533, con la representación del juicio final en la simbólica plaza de Tlatelolco, comenzó “la conquista teatral”, que se materializó en la construcción del primer coliseo de comedias en el año de 1616.
En resumidas cuentas, el teatro mexicano se dividiría en:

  •  teatro indígena y/o comunitario, que tiene sus fuentes en las culturas indígenas.
  • teatro religioso, enfocado principalmente a las representaciones de la pasión de Cristo.
  • teatro de revista, ocupó el primer lugar durante las tres primeras décadas del siglo XX, ubicado como un género menor (zarzuelas, sainetes y operetas) que hacían referencia a personajes o situaciones políticas y sociales.
  • teatro dramático, que es el teatro occidental, implantado a partir del siglo XIX

Un acontecimiento importante en 1934 fue la inauguración del palacio de bellas artes con la puesta en escena de la verdad sospechosa de Juan Ruiz Alarcón; del teatro mexicano podemos mencionar algunos de sus principales representantes de los siglos XIX y XX:

Ignacio rodríguez Galván (1816- 1842), obras visitador de México, el privado del rey, francisco González bocanegra (1824-1861), obra vasco Núñez de balboa, José Antonio Cisneros (1826- 1880), obra diego el mulato, José f. Elizondo (1880, 1943), obra chin chun chan, esta obra tuvo en su época un record de más de las mil presentaciones y la dramaturga Amalia castillo ledón (1898- 1986) obra cuando las hojas caen, entre otros autores.

En el siglo XVII aparece Sor Juana Inés de la Cruz considerada una de las primeras defensoras de los derechos de la mujer en México; en su lucha escribió poemas y algunas obras teatrales de temas netamente religiosos, dos de sus obras más importantes son: los empeños de una casa y el cetro de José y el divino narciso, también realizo obras dramáticas con el escritor Juan Ruiz de Alarcón a finales del siglo XVII.
A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, la tendencia teatral mexicana están bajo el estándar de la zarzuela, influencia española, hasta llegar el teatro Ulises en el siglo XX

EL TEATRO ULISES

Este teatro nace en 1928 con el apoyo económico de Antonia Rivas Mercado y la partición de Javier Villaurrutia, Salvador Novo, Celestino Gorostiza y Gilberto Owens, quienes se convierten en los pioneros del nuevo teatro mexicano. Cansados del viejo teatro, fundan un teatro y una revista llamados Ulises.
Durante la segunda mitad del siglo XX, el teatro mexicano se caracteriza por ser comercial, ya que explotan la fama de los actores de televisión.

Rodolfo usigli fue uno de los principales exponentes del teatro moderno en México, que se propuso consolidar un teatro nacionalista, donde entre más local fuera la anécdota, mayor sentido de universalidad alcanzaría, siempre y cuando ese teatro tuviera la fuerza y calidad formal para sostenerse a sí mismo. la influencia de usigli en la escena mexicana ha sido tan radical como extraordinario, al manifestar públicamente que “un pueblo sin teatro es un pueblo sin verdad”.

A finales del siglo XX llega el director japonés Seki Sano alumno de Stanislavski, influyendo el realismo en el teatro mexicano, con un montaje de el autor estadounidense Tennessee Williams, lo que genera una nueva generación de dramaturgos con mayor conocimiento y técnica teatral, entre esos autores  están: Emilio Carbadillo, luisa Josefina Hernández, Héctor Mendosa, etc.; ellos inauguran el nuevo ciclo en el teatro mexicano.

El realismo y el naturalismo llegaron a extenderse en todo el siglo XX, convirtiéndose en la mayor característica del teatro moderno.

El teatro naturalista desecha el verso, incluye la prosa; el naturalismo llega a ser parte de las primeras incursiones del llamado teatro de hechos o documentales, como los motivos del lobo (1956), y del primer texto dramático mexicano con trama policiaca: el pequeño caso de Jorge Lívido en el año 1958.

Luego surge el teatro moderno que se rige por la figura del director que aparece en los años 20, en México a parece con los directores Héctor mendosa, José Luis Ibañe, Héctor Azar, José Sole, Julio Castillo y Juan José Gurrola entre otros.

En definitiva el teatro del siglo XX estuvo más sujeto a las modas teatrales por así decirles que a la permanencia de una técnica, además rompe con el antiguo cliché, que consistía en la agresividad hacia el público.


En los primeros años del siglo XXI comienza aparecer también teóricos críticos y cada una de las personas teatrales, todas con distintas aportaciones en beneficio del teatro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario