No fue sino hasta 1900 que
surgieron los primeros rasgos importantes en la cultura teatral nicaragüense, hasta
entonces solo habían existido dos corrientes teatrales, la popular que se
remonta a los antecedentes prehispánicos fundidos por la tradición española de
raíces medievales y la culta que se caracteriza por presencia e imitación de la
dramaturgia peninsular del siglo XIX. La corriente teatral popular germino lo
que es una de las obras representativas del teatro latinoamericano y del
Caribe. 
 El Güegüense, sus orígenes se remontan por una parte al teatro
precolombino y por la otra se complementan por el injerto  hispánico en el primer siglo colonial; el
elemento que revela de entrada el carácter mestizo del Gueguense es el lenguaje,
que es un dialecto mezcla del español y el náhualt, semejante al creole o al
papiamento; simultáneamente se establecía en la escuela nacional de bellas
artes un grupo de teatro experimental, conocido como teatro experimental de
Managua el cual fue primeramente dirigido por el italiano Lucho Ranucci, quien abandonaría pronto el país, entonces el teatro
contrato como director a Manuel Rodríguez
cual su verdadero nombre fue Alfredo
Valessi, durante la dirección de Valessi y por iniciativa de Rolando Steiner, encargado desde 1960 de
la página de cine y teatro del diario La
Prensa, y con el apoyo de este órgano se creó el premio anual
El Güegüense, sus orígenes se remontan por una parte al teatro
precolombino y por la otra se complementan por el injerto  hispánico en el primer siglo colonial; el
elemento que revela de entrada el carácter mestizo del Gueguense es el lenguaje,
que es un dialecto mezcla del español y el náhualt, semejante al creole o al
papiamento; simultáneamente se establecía en la escuela nacional de bellas
artes un grupo de teatro experimental, conocido como teatro experimental de
Managua el cual fue primeramente dirigido por el italiano Lucho Ranucci, quien abandonaría pronto el país, entonces el teatro
contrato como director a Manuel Rodríguez
cual su verdadero nombre fue Alfredo
Valessi, durante la dirección de Valessi y por iniciativa de Rolando Steiner, encargado desde 1960 de
la página de cine y teatro del diario La
Prensa, y con el apoyo de este órgano se creó el premio anual 
El Güegüense de Oro, para las mejores representaciones teatrales. Pablo Antonio Cuadra, uno de los mas autorizados güegüencistas, coordinador del grupo y creador de varias piezas como La chinfonia, el bailete del oso burgués, La novia de tola y Por los caminos van los campesinos, podría considerarse uno de los personajes culturales más relevantes en la historia del teatro nicaragüense, siendo también participe del movimiento de vanguardia, fundó el famoso teatrito lope, cuya vida fue efímera y renovadora, y montaron entremeses y adaptaciones de obras clásicas como julio cesar- Shakespeare y algunas piezas de carácter moderno como las del francés henri gheon. También trabajaron con el Gueguense y otras pequeñas obras originales de las colonias.
 El Güegüense, sus orígenes se remontan por una parte al teatro
precolombino y por la otra se complementan por el injerto  hispánico en el primer siglo colonial; el
elemento que revela de entrada el carácter mestizo del Gueguense es el lenguaje,
que es un dialecto mezcla del español y el náhualt, semejante al creole o al
papiamento; simultáneamente se establecía en la escuela nacional de bellas
artes un grupo de teatro experimental, conocido como teatro experimental de
Managua el cual fue primeramente dirigido por el italiano Lucho Ranucci, quien abandonaría pronto el país, entonces el teatro
contrato como director a Manuel Rodríguez
cual su verdadero nombre fue Alfredo
Valessi, durante la dirección de Valessi y por iniciativa de Rolando Steiner, encargado desde 1960 de
la página de cine y teatro del diario La
Prensa, y con el apoyo de este órgano se creó el premio anual
El Güegüense, sus orígenes se remontan por una parte al teatro
precolombino y por la otra se complementan por el injerto  hispánico en el primer siglo colonial; el
elemento que revela de entrada el carácter mestizo del Gueguense es el lenguaje,
que es un dialecto mezcla del español y el náhualt, semejante al creole o al
papiamento; simultáneamente se establecía en la escuela nacional de bellas
artes un grupo de teatro experimental, conocido como teatro experimental de
Managua el cual fue primeramente dirigido por el italiano Lucho Ranucci, quien abandonaría pronto el país, entonces el teatro
contrato como director a Manuel Rodríguez
cual su verdadero nombre fue Alfredo
Valessi, durante la dirección de Valessi y por iniciativa de Rolando Steiner, encargado desde 1960 de
la página de cine y teatro del diario La
Prensa, y con el apoyo de este órgano se creó el premio anual El Güegüense de Oro, para las mejores representaciones teatrales. Pablo Antonio Cuadra, uno de los mas autorizados güegüencistas, coordinador del grupo y creador de varias piezas como La chinfonia, el bailete del oso burgués, La novia de tola y Por los caminos van los campesinos, podría considerarse uno de los personajes culturales más relevantes en la historia del teatro nicaragüense, siendo también participe del movimiento de vanguardia, fundó el famoso teatrito lope, cuya vida fue efímera y renovadora, y montaron entremeses y adaptaciones de obras clásicas como julio cesar- Shakespeare y algunas piezas de carácter moderno como las del francés henri gheon. También trabajaron con el Gueguense y otras pequeñas obras originales de las colonias.
Este movimiento de vanguardia trato de impulsar un teatro abierto a
nueva perspectiva en el que se diera la aventura de la libertad, el juego
original y el rechazo de la lógica aristotélica, que se puede apreciar en el
drama mayor por los caminos van los
campesinos (1937), valorada como una de las piezas representativa del
teatro contemporáneo de Iberoamérica que expone y critica el problema de la
guerra civil a través de una sostenida acción, ilustrada con oportunas
expresiones populares.
En fin, esa primera
corriente teatral popular ofrecía en general obras anónimas de carácter mestizo,
impulsadas por los misioneros desde la conquista.
La segunda antes mencionada
corriente teatral culta, había producido las primeras obras de autores
nacionales como fueron Al borde del
abismo de Manuel Blas Sáenz (1887); Alemania
y Nicaragua de unos jóvenes leoneses
(1877), Manuel acuña de Rubén Darío (1886) y lo que vale una lotería de
Carlos García (1891). La relativa consolidación republicana gestada durante
la segunda mitad del siglo XIX propició la llegada de compañías itinerantes,
sobre todo españolas y suramericanas.
Igualmente, se habían
erigido el Teatro Municipal en Leon en 1885, el Teatro de Granada en 1888 y el
Teatro Castaño, 1896, en Managua, ciudades que junto con el pueblo de Boaco,
acaparaba la actividad escénica de carácter culto.
Con la construcción del
Teatro Variedades se incrementaron las representaciones teatrales. Hasta el 31
de marzo de 1931, fecha del primer terremoto que arrasó la capital, fueron
muchas las compañías que el público de Managua admiró en ese teatro, como la María Guerrero. Algunas otras compañías
venidas del momento fueron La compañía colombiana Unda, con un amplio
repertorio de variedades y zarzuela, Opera Bracale, la española de Paco Alba y
un largo etcétera. 
Otros grupos que alcanzaron
a emerger dentro del teatro nicaragüense se destaca el teatro arena nicaragüense (TAN) el cual surgió de la escuela nacional de bellas artes cuyo
director busco a Tacho Sanchez para
que dirigiera Monserrat la cual fue
la primera obra producida que se acredito un galardón centroamericano y otro
más transcendente, primer premio en el XI
Festival de Teatro Centroamericano celebrado en Santa Ana con Dias sin fin de Eugene O’Neill.  También se
destaco el grupo las mascaras formado
por el mexicano Cesar Sobrevais, la
nicaragüense Leda Ycaza y la italiana
Orsola Tomaselli y otro grupo
relevante fue Atelier Ruben Dario  fundado también por la escuela nacional de bellas artes también
llamada Academia Teatral Ruben Dario.
El grupo de teatro llamado La Comedia Nacional fundada por Socorro Bonilla Castellón que se
introdujo también en la historia del teatro nicaragüense, dando funciones en
todo el país y que con el apoyo de la UNAN de león, El Proceso de Cuatro Monjas, del italiano Bladimir Cajoli conquisto dos Gueguenses de Oro.
Los primeros dramaturgos
locales se produjeron durante las primeras tres décadas del siglo XX,
dramaturgos nacionales de Nicaragua no ocasionales, como resultado de una
actividad entusiasta y permanente. Entre ellos tenemos Hernán róbleto quien es reconocido como el primero que organizo en
Managua una compañía dramática teatral, se caracterizaba por que sus
actividades escenicas eran muy extensas y sustanciosas no solo para el teatro
nicaragüense sino también de Centroamérica, el Caribe y América latina en
general.
Santiago
arguello quien tuvo un gran aporte a la historia de teatro
nicaragüense por medio de su obra El
Ocaso este drama fue muy elogiado en su tiempo no solo por sus coterráneos como
el mismo Ruben Dario sino por personalidades mas allá de las fronteras.
Félix
Medina aunque salvadoreño fue el primer literato que en
Nicaragua se dedico a escribir teatro con regularidad como lo demuestra con sus
juguetes de los cual se destaca el drama en tres actos Los Contreras.
Cabe resaltar  que ya sea por la idiosincrasia cultural del
pueblo nicaragüense o por razones más ajenas en la historia del teatro en
Nicaragua no se registra la creación de organizaciones teatrales, sino,
posterior a 1979. La actividad teatral sostenida antes de esta fecha careció de
un apoyo organizacional o sindical que velara por aspectos gremiales o
aglutinara a los teatreros para promover el desarrollo de esta disciplina
artística. La actividad teatral estuvo organizada y dirigida desde las mismas
agrupaciones y personalidades del teatro y de algunas instituciones culturales
que dieron un perfil al movimiento teatral nicaragüense, a pesar de sus
disparidades. Los esfuerzos por hacer del teatro una tradición, de parte del
estado nicaragüense, han sido nulos, salvo algunas excepciones. Desde las
postrimerías del siglo XIX –inicio del período republicano- se produjeron
acontecimientos esporádicos que sentaron las bases de una limitada actividad
teatral, desarrollada por esfuerzos privados o independientes.
.jpg)

 
excelente material que te permite conocer el origen de nuestro teatro
ResponderEliminarmuy buena info. Arigato ko-sa ima s
ResponderEliminarHola xd
ResponderEliminar